Se debe enseñar a sus hijos las formas apropiadas de comportarse en línea, incluso si decide monitorear su comportamiento. Su hijo debe saber qué no compartir o hacer y las consecuencias de no hacerlo. Si supervisa, debe asegurarse de que no se viole la privacidad de su hijo y hablar regularmente con su hijo sobre sus hábitos en línea.

Acceso a Internet o no, tener una relación sólida con su hijo es esencial para mantenerse informado y ser consciente de lo que sucede en la vida de su hijo. Supervisar el teléfono de su hijo puede dañar gravemente la relación que tiene con su hijo. La estrategia más común es un método de mediación restrictiva, donde los padres imponen reglas y límites a las actividades en línea de un niño. Los ejemplos de reglas incluyen establecer límites en el tiempo de pantalla o los tipos de contenido que se consideran aceptables para ver. Aunque intuitivamente este método parece ser una buena técnica de crianza para mantener a los niños seguros en línea, las investigaciones sugieren que la crianza "basada en el control" a través de la mediación restrictiva puede tener efectos negativos, haciendo que los niños adopten comportamientos más arriesgados, como convertirse en amigos con extraños en los sitios de redes sociales. Un enfoque alternativo y también popular para monitorear el comportamiento de un niño en línea es el de la vigilancia. Aquí, los padres utilizan aplicaciones espía para monitorear la actividad de sus hijos sin que el niño sepa que su comportamiento en línea está siendo analizado. Estas aplicaciones no solo han provocado un debate renovado sobre temas como la privacidad de los niños y los derechos y responsabilidades de los padres, sino también sobre el posible impacto negativo en la confianza en la relación entre padres e hijos.

Internet puede ser increíble para muchas cosas, pero tiene un lado muy oscuro que puede atrapar a aquellos que no son lo suficientemente maduros para manejarlo. El equilibrio cambia entre el control de los padres y la autonomía del niño a medida que los niños crecen.

Internet ha traído peligros al hogar y los ha hecho más accesibles para nuestros hijos. Los niños ahora tienen que lidiar con los siguientes riesgos: Depredadores en línea e intimidación: es más fácil proteger a su hijo de los depredadores cuando usted es quien lo lleva a la escuela y regresa de la escuela y verifica su paradero, pero con estudios que muestran que los niños pasan horas en línea todos los días, un depredador en línea puede construir fácilmente un relación con su hijo sin que usted lo sepa. Compartir en exceso: desde contraseñas hasta la dirección de su casa, fotos y videos inapropiados, su hijo puede enviar cualquier medio al mundo y tener consecuencias graves. Sexting: hablar con alguien detrás de una pantalla puede hacer que cualquier persona sea más audaz, incluso un niño tímido y torpe, lo que les facilita mucho comenzar a enviar mensajes de texto. Exposición a contenido inapropiado: Internet les brinda a los niños la misma independencia que a los adultos, pero querrá mantener a su hijo alejado de la pornografía hasta que sea lo suficientemente maduro para poder lidiar emocionalmente con el contenido. Aplicaciones peligrosas: es posible que haya escuchado los nombres de algunas aplicaciones de redes sociales, mientras que algunas de estas aplicaciones ayudan a su hijo a comunicarse con amigos, algunas fomentan las comunicaciones anónimas y pueden poner a su hijo en peligro al hablar con extraños en línea y ser vulnerable a la manipulación. actividades.

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